AL VUELO DE MI ALMA...
Despierto...
Abro mis ojos...
Pienso en ti...
y comienzo a volar cada mañana.
Imagino...
Te recreo en mi mente...
Miro tus ojos y digo:
¡Buenos días Amor...!
¡Vuela conmigo...!
Guarda en el ala la ilusión del sueño
y en cada vuelo sencillez de viento.
Que nadie te detenga en el empeño
¡De volar libremente!. ¡A cielo abierto!.
Deja que el ojo invisible del ensueño
muestre la imagen de un nuevo firmamento,
dónde la sombra sea luz de lo pequeño,
y lo pequeño, el espejo de lo muerto.
Deja que el ojo secreto de tu Alma
te conduzca a la luz de la pureza,
alcanzando el ideal de la belleza
en el mundo perpetuo de la calma.
¡Anímate a Soñar...!. ¡Sube a mi vuelo...!
Despega ya las plantas de este suelo
y déjame mostrarte lo ideal.
Sentirás entonces la caricia
de una mano invisible que te toca,
de la palabra oculta la primicia,
y el beso enamorado, allí, en tu boca.
¡Apártate del miedo...!.
¡Se Valiente...!
¡ Rompe aquellas cadenas que te oprimen...!
Comienza por quitarlas de tu mente...
y luego...: ¡Siente...! ¡Siente...!
No hagas otra cosa.
Sólo: ¡Siente...!
¡Anímate a iniciar nuevos caminos...!
Deja lo demás como a tu sombra.
Han de brotar dentro de ti nuevos sonidos
y escucharás mi palabra que te nombra.
Extiende ahora tu mano...
Corta estrellas...
Forma con ellas ramilletes
y ponlas en tu frente por señal.
Espera luego, hasta que yo te encuentre,
pues es seguro que he de conocerte,
tan solo por tu forma de brillar.
¡ Espera ahora...!.
¡ Quédate en silencio...!
Déjame entregarte el beso
que grite la palabra sin hablar.
Luego...
Abre tus ojos lento...
Luy lento,
en busca de los míos,
que antes que los abras
–¡ te lo juro !-
con la pasión de un nuevo beso
he de cerrar.
¡ Vuela Mi Amor...!
¡ Vuela conmigo...!
¡ Vuela por Dios...!
¡Extiende Alas...!
Que si no lo logras
no podrías,
conmigo continuar...
¡ Vuela Mi Amor...!
¡ Vuela en mi vuelo...!
¡ Porque me muero
si dejo de Volar...!
¡ Vuela por Dios ahora...!
¡ No te tardes...!
Porque si vuelas luego,
ya no me encontrarás...
Poema de Audroc
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