Estoy solo
No tengo para llorar un solo pecho.
Tampoco me quedó una sola lágrima,
Dios me puso en un túnel tan estrecho,
que a veces me pregunto, qué habré hecho,
por tanta oscuridad dentro del alma.
Si reencarnado soy, debo haber sido
un penitente sin perdón ni gracia,
por eso por el mundo voy perdido,
sin ninguna razón y sin sentido
para poder saber lo que me pasa.
Si en otra vida fui, no lo recuerdo,
ni el más leve rumor siquiera siento,
y es entonces, Señor, cuándo me pierdo,
sin saber si estoy loco o si estoy cuerdo
en esta cerrazón del pensamiento.
Si nunca fui y soy tan solo ahora,
tampoco sé el por qué de tantas cosas,
tuve un jardín en mi, pleno de auroras,
le prodigué feliz todas mis horas
pero el jardín, hoy, se quedó sin rosas.
Fui sembrador, por recoger un día,
en este ser, Señor, que Tu me hiciste,
como el tiempo y el espacio no existía,
en esa dimensión solo vivía,
y de nada valió lo que me diste.
La dulce siembra no valió de nada
en el jardín azul no sazonado,
más valía a otro ser, le fuera dado,
que a mí, que al final de la jornada,
no pude recoger lo ambicionado.
Mis manos han quedado tan vacías
del bendito milagro que he soñado,
han quedado: ¡Tan rígidas y frías.!
que a veces me pregunto si son mías
o son manos venidas del pasado.
Si en otro mundo fui y allí he pecado,
encuentro la razón de Tu castigo,
por qué Tu sólo sabes mi pasado,
y al ver que nunca fui lo que has deseado
quieres que sea alguna vez contigo.
Si así fuera, tampoco esta cosecha
hará brillar la mies de éste, Tu trigo,
-descansa Abel mientras Caín acecha-
y mi obra, ya lo ves, está mal hecha,
a pesar del Espíritu que abrigo.
Me diste Todo . ¡Me diste lo más bello.!
Frutos de carne nueva en primavera
y un rayo singular de tu destello,
mas a pesar de darme todo ello
no pude concretar tu dulce espera .
Si en otro mundo fui y allí he pecado.
Si ahora soy, y nunca más he sido.
Me pregunto Señor, porqué has dejado
que marche en soledad y en abandono
como un rayo de luz que se ha perdido.
Audroc