¡ RECORDANDO...!
Resulta difícil soñar con ausentes
y en un soliloquio querer conversar,
haciendo preguntas, y la propia mente,
darnos la respuesta para dialogar.
Resulta difícil, y es cosa de locos,
que al extrovertirnos se nos oiga hablar,
pero el alma sabe, que no somos pocos,
los del leprosario del grito abismal.
Tu...
que me dejaste como un penitente,
con la limosnera de angustia total,
Tu...
¡ La Irremplazable...!,
sabes lo que siente,
aquél que ha perdido la voz del misal.
¡ Aquél...!
Que en voz alta te llama y te nombra,
y que en su holocausto sigue pertinaz,
detrás de la imagen
que se ha vuelto sombra,
de una luz cegante que pasó fugaz.
Hamblet de rodillas desangra su imploro
al signo infecundo de su irrealidad,
las Furias arrecian, sollozan los coros,
y el ¡Ego! temblante se hace soledad.
Por eso me siento cual los personajes
de la antigua máscara doblando su "Yo",
y teatralizando vetustos paisajes
sobre el escenario volvemos los dos.
Poema de Audroc
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