¿ PARA QUÉ ABRIRTE, LUNA ...?
Se adormecieron sueños
en tus pechos de hielo
y en tu risa estridente
se detuvieron tiempos.
en tus pechos de hielo
y en tu risa estridente
se detuvieron tiempos.
Pensamientos de viento.
Ilusiones de aguas
sumergidas en llamas
sin calor ni sustento.
sumergidas en llamas
sin calor ni sustento.
La canción enmudece
en gargantas lejanas
y la nieve traviesa
juguetea en las almas.
en gargantas lejanas
y la nieve traviesa
juguetea en las almas.
El silencio, sin ecos,
es señor de la casa,
y las sombras cristales
que alimentan las lágrimas.
El balcón se ha quedado
solitario en la ausencia
de una luna que vidrios
locamente golpea.
solitario en la ausencia
de una luna que vidrios
locamente golpea.
El escritorio espera
por el mate y la pava,
por tu mano en mi mano,
y las extensas charlas.
Por esa melodía,
que sonaba y sonaba,
entre risas y sueños
que en las almas vibraba.
que sonaba y sonaba,
entre risas y sueños
que en las almas vibraba.
¡Tu locura y la mía
parecían hermanas...!
Pero fueron mentira .
Las venció la distancia …
Hoy tus manos se entregan,
a otras manos en vano,
y las mías vacías
buscan solo el pecado.
Las melodías suenan
recordando un pasado,
con la pava y el mate
de sabor muy amargo.
recordando un pasado,
con la pava y el mate
de sabor muy amargo.
El balcón, en silencio,
permanece cerrado ...
y la luna, golpea,
pero nunca le abro...
¿Para qué?
Si estoy sólo ...
Aunque esté acompañado ...
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